Por Carlos Vargas
Fotos: Santiago Covarrubias (OCESA)
Después de 6 años la espera terminó, muchas cosas pasaron en el lapso de ese tiempo entre eso algunas despedidas, una pandemia, un terremoto, un huracán cat.5, accidentes carreteros rumbo a la ciudad y una alarma sísmica.
Ser fan de Iván Ferreiro creo que es una de las cosas por las que uno puede estar orgulloso, quizás porqué para muchos su voz no es el común al que estamos acostumbrados pero una vez que conectas con ella es imposible dar marcha atrás. Sin embargo estar en estos lados de la música a la que muchos llamamos “alternativa” significa tener una percepción diferente y la voz cuando lo que nos dice es aún más importante, queda en segundo lugar.
Iván es un artista completo, no por algo se ha convertido en el artista favorito de tu artista favorito al menos en España, con una amplia carrera que va desde principios de los 90’s con Piratas hasta nuestros días. Todo eso en conjunto nos regaló un gran recuerdo la noche del 17 de Febrero de este año.
Envueltos de alguna forma por el caos de la ciudad los raros fans de Iván nos encapsulamos en el Lunario que ya colgaba el Sold Out, en donde algunos muchos prepararon el corazón para rascarlo un poco con sus himnos, comenzando con una gran ovación y arrancamos el viaje al desgarre de la garganta con “Canciones para no escapar” con la que prometimos no salir de ahí porque igual no tenemos a donde ir.
“Dejar Madrid” y el abrazo a Amaro, “Inerte” de Piratas una de las que para mí fue la primera vez que la escuchaba en vivo, luego de ahí todo siguió subiendo de nivel cuando comenzara a sonar de forma continua algunos golpes como “Una inquietud persigue mi alma”, “El Equilibrio es imposible” y “El Pensamiento Circular” una tras de otra, vaya que nos dejó en la lona.
Después de ahí ya todo era ganancia, clásicos como “El Dormilón”, “El Viaje de Chihiro”, “Años 80” se dejaron hacer corear en una noche mágica donde todos los que somos fans del trabajo de Iván fuimos muy felices, hasta llegar a la memorable “Turnedo” y cerrarlo con el puño arriba al son de “Trinchera Pop”. Pero creo que además de todo los que cantamos una de las cosas que me pareció más curiosa y que en lo personal no había visto en ningún otro concierto antes en México es que llevaron una chica que interpreto todas las canciones con lenguaje de señas para personas sordomudas quienes eran invitados especiales del concierto a quienes además les colocaron unos chalecos que emiten vibraciones lo cual me pareció espectacular.
Algunas lágrimas fueron imposible detenerlas no solo por uno mismo sino por verlo tan feliz, no cabe duda que siempre que uno asiste a un concierto de Iván Ferreiro se va con todas las emociones a flor de piel y con una catarsis que pensamos que no necesitábamos pero que en verdad nos aliviana el alma, acá les comparto además una entrevista que tuve con él hace un par de meses y para la próxima visita no duden ni tantito en ver su tremendo show.